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TECNODEMOCRACIAS DE CONTROL

¿Hacia un nuevo autoritarismo del siglo XXI?

Por Tony Nicolau
Columnista en Mate amargo
Domingos de 9 a 11 AM 740 Radio Rebelde

Mientras siguen los debates sobre si el coronavirus producirá el parto de un nuevo proyecto político global alternativo al capitalismo o si éste se reconvertirá a sí mismo en una nueva fase identitaria, avanza una idea que se arrastra desde fines de los años 80, post dictaduras y veranos democratizadores en América Latina: la ‘algoritmia política’, fundamento de la nueva tecnodemocracia de las sociedades de control que postulara hace poco más de 20 años, Giles Deleuze.

El proyecto encuentra las condiciones objetivas y subjetivas propicias (no sabemos aún si diseñadas o azarosas) para su implementación.

La actual pandemia ha impulsado elementos que estaban a la espera de ser utilizados: el tecnotrabajo, la educación a distancia, el aislamiento controlado por las fuerzas de seguridad, el monitoreo por los dispositivos de control tecnológico, el ciframiento de la contraseña (anticipado por Heidegger en la crítica al tecnocapitalismo), la robotización de las relaciones sociales junto a la informatización financiera que reorganiza las formas de distribución del dinero para reordenaar la distribución del poder, entre otras definiciones, comienzan a vislumbrarse como la nueva estrategia del capitalismo global de cara a la Cuarta Revolución Mundial.
Se está creando hace tiempo (y esta coyuntura ha acelerado su implementación) una nueva formación lingüística que reestructura las formas de gobernanza (utilizando la semiología de Foucault).
Dicha reestructuración se cruza con la aceptación acrítica de los gobiernos nacionales, cada vez más diluidos en un marco de reconstrucción de una gobernamentabilidad global centralizada con dispositivos locales de ejecución en la que los gobiernos locales pierden día a día su poder de decisión.

La tecnodemocracia es una nueva forma de autoritarismo en el que las fuerzas de seguridad (locales y globales) solo cumplen el rol de custodia, no de intervención, a menos de que sea necesario defender los intereses de quienes de verdad conducen el planeta. Es el dominio por la inteligencia artificial, por la informatización de la política, por el ‘homo cyborg politicus’. La generación de la ‘comandancia a distancia’, fuera de la territorialidad y de la organización de las masas. Hay un gobierno de los gobiernos latente en cada situación. La interdependencia ahora controlada por la digitalización de la vida, construye nuevos significados a viejos significantes como democracia, por ejemplo.

Grandes conglomerados (especialmente los que pertenecemos al ‘Sur’ de Boaventura de Souza) quedaremos sumidos en esta ingeniosa salida de las etapas capitalistas precedentes. Sin crítica inteligente y operativa quedaremos sometidos nuevamente bajo una creativa forma de dominación que se introduce paulatina y sigilosamente en nuestras conciencias. Una dominación democrática, con consenso social, y hasta con cierta complacencia.

Será imprescindible – si no queremos quedar atrapados en la nueva fase del capitalismo algorítmico – estar atentos durante el aislamiento que vivimos (hoy por hoy necesario) de que nuevas prácticas sociales hayan venido para quedarse. Una naturalización de estas características lograría el objetivo de perpetuación hegemónica, tan preciado en el pensamiento neoliberal.

A menos de que una nueva fuerza espiritual (no necesariamente religiosa aunque tampoco excluida) opositora sea capaz de desarticular el nuevo discurso político y rearmar, desde las cenizas de la pandemia, un Nuevo Orden Mundial basado en la Justicia Social, la Solidaridad Fraternal y la Emancipación Política.

La suerte está echada. Está en nosotros no echarla a perder.

olopez

Más de 35 años en la comunicación nacional y popular Una propuesta audiovisual en formato de radio y de tele (Mateve/YouTube) Construcción de ideas alternativas en el campo de la batalla cultural Ejercicio de comunicación plural de frente a la unidad en la diversidad Idea y conducción, Omar López. Suscribite a Mate amargo