María Onetto y todos sus fuegos
María Onetto falleció este jueves, tenía 56 años
Por Omar López
María Onetto falleció este jueves, tenía 56 años, iluminó con intenso talento, obras en teatro, cine y televisión. La actriz atravesaba una fuerte depresión hace tiempo, tras la muerte de su madre. Encontraron su cuerpo en su casa y el parte policial confirma suicidio.
Mi único contacto cercano con María fue una tarde en el 2001 en la Giralda, de Avenida Corrientes al 1400, famosa por sus churros. Nos saludamos desde la orilla de nuestras mesas con una fraternal sonrisa. La seguí viendo en teatro, por televisión, leyendo su intensa mirada sobre la existencia humana y el arte.
Siempre me conmovió su potente capacidad de transmitir la travesía de sus personajes; el dolor, la duda, la felicidad y la lucha. Su gestualidad, su palabra y su cuerpo eran un único movimiento. Recuerdo en La Giralda, su mirada, esa sonrisa, sus manos aleteando en el saludo.
A veces, el dolor triunfa sobre los seres sensibles, arrinconados en maldad y tristeza. María no supo, no pudo y ya no quiso. Siempre queda la memoria para quienes intentamos vivir con la historia y ella seguirá andando con su arte intenso. De tanto talento y sensibilidad guardo su actuación en Potestad, del enorme Eduardo «Tato» Pavlovsky, y que dirigió otro gigante como Norman Briski. Entonces era magnifico ser testigo de su tamaña intensidad actoral.
María tenía un fuerte compromiso social y el valor de sostenerlo con su identidad irrenunciable.
Da bronca su temprana partida, alivia que abundan documento de su gran talento y compromiso social. Me quedo con sus manos revoloteando aquel saludo en La Giralda. Por ahora uno sigue el viaje acompañando de tanta belleza que resiste la muerte.