Contrafilos en la política, la economía y comunicación
Por Omar López

Información para comprender, conciencia para crecer, voluntad y unidad para vencer
“No dejemos huérfana a la voluntad”. Quiero compartir con ustedes esta frase que brota en mi libro (I) Cazador de Sueños, al otro lado del puente del mi querido José Luis Mangieri.
Se trata de la voluntad, edificar la paciencia de escuchar/nos, prestarnos atención, comprensión. Entender la construcción de esa urgente y desesperante necesidad de tejer nuestra trama de unidad en la diversidad. Les confieso que extraño hacer el programa de radio. Mi retiro no es obligado, a pesar de los años y de las tantas vidas vividas, remando en ese campo de batalla cultural por una información democrática, que aporte ideas políticas alternativas para comprender la dinámica mutante de los tiempos, sus cambios y cómo nuestras culturas y el propio proceso de nuestra identidad sufre cambios y sobre todo está en disputa política. El programa de radio siempre propuso ese viaje a las ideas. Con rigor periodístico, e inquietud para ensanchar la mirada, amando las pertenencias de todas las corrientes del campo nacional y popular. Porque en ese ejercicio de amar, sin tregua, sin enmascarar nada, con la generosidad de decir y escuchar todo, es ahí, donde nos aprendemos.
Sino, seguimos barranca abajo a los revolcones con los egos, y con esas certezas fanáticas que nos dejan siempre en la profunda ignorancia.
Entristece escuchar tanto analista político (hablo de los progresistas, porque a los otros de la derecha mediática ya los conocemos. Hablo de los que respetamos y queremos, que no son tan pocos, aunque predomina un puñado entre las audiencias centrales. Tele, radio, gráfica y redes… y el asunto es cuánto podremos elevar la capacidad de narrar este espantoso presente político. Si jugamos con las reglas y los tiempos que nos impone el enemigo mediático hegemónico; ese padre productor del país sistémico, simbólico, que desarma y recarga los sentidos comunes de los pobres, los desamparados, de sus víctimas concretas. Ese falso aliado cercano a su condición social, económica, cultural es «su enemigo», es el PODER ECONÓMICO REAL.
Jodidos estamos, lidiamos con estos ¿intocables? padres de la mentira mediática, de tanto servicio de inteligencia para el saqueo, amos y señores de las brigadas demoledoras de la justicia, la constitución nacional y nuestro precario Estado de Derecho. Hay sitios de comunicación democrática y plural que se empeñan en la «batalla de audiencias» -no en todos los casos – optan por temas de violencia y crimen. No ahondan en causas e intereses de las grandes operaciones del poder económico; remar en ese adn de la información que nos permite comprender el funcionamiento de los legítimos intereses que están en disputa. Ejemplo: el crimen al colectivero, Daniel Barrientos (65), en la localidad matancera de Virrey del Pino.
Todos los movimientos de inteligencia política empresarial y sindical previo. ¿Es cierto que esos grupos son parte del sistema de coacción del poder económico que avanza golpe a golpe contra un gobierno vacío de coraje a la hora de enfrentarlos?
Cuánto y cómo se investiga sobre el destino de todos los subsidios multimillonarios que dio el gobierno de la Provincia de Buenos Aires a las empresas de colectivos.
Cómo se realizaron los seguimientos para comprobar la instalación de las cámaras y botón anti pánico con el subsidio del gobierno de la provincia.
Cómo desmoronar el orden cultural impuesto por la derecha, sus escenarios de violencia cotidianos, su dopaje mediático que frustra a la población que tiene sobrados motivos para estar mal porque la guita no alcanza, el mango no se encuentra, el laburo es precario o escaso en un país donde lo que más abunda es el morfi, y tenemos más de 18 millones de pobres, y una mayoría son jóvenes, parias y en un tobogán de violencia.
A veces se puede anticipar una noticia recorriendo las barriadas más humildes y desamparadas. Descubrir sus carencias, verificar la agresión de pobres contra pobres y el predominio violento de pibes, pibas, adolescentes. Sucede que cuando se escucha, se viaja por la rutina social de la comunidad, se puede ver y tocar esa información con carga de razón que no suele estar en la construcción informativa. Dato, dicho al pasar para las columnas pragmáticas de referencias y liderazgos que difícilmente busque repensar la política en esos territorios donde se disputa la construcción de los sentidos y poder político. Hace 50 años que dejó de tener sentido creer que se hace política alquilando un local, poner un cartel y tenerlo siempre cerrado. Evita: “Dónde existe una necesidad, nace un derecho.”